Cuando comencé a darle vueltas en la cabeza a estas líneas pensé que hacía mucho tiempo que no lloraba. Luego caí en la cuenta de que no era cierto, no hace mucho se fue mi abuela, apenas un par de meses. Ese día di rienda suelta a las lágrimas, y desde aquí quiero tener un recuerdo para ella. Una mujer fuerte a la que la vida no trató de forma justa. Una luchadora para siempre en mi recuerdo.
El caso es que si intentaba remontarme más atrás en el tiempo no alcanzaba a recordar la anterior ocasión en que rompí a llorar. Tenía la sensación de que las decepciones, los desengaños y los giros inesperados de la vida habían secado ya el pozo.
Es raro, no me cuesta confesar que siempre he sido un poco llorón, de lágrima fácil. No era para mi la tan manida frase «los chicos no lloran». Creí que una vez superada la treintena había llegado la hora de convertirme en uno de ellos. En uno de esos hombres que han sido un ejemplo para mi y que jamás he visto llorar, como mi padre o mis abuelos. Y no porque no hayan tenido motivos para hacerlo, imagino que es algo que va en las personas.
¿A que viene todo esto? Pues ni yo lo sé muy bien, pero después de muchos meses afrontando problemas, soportando presión, recibiendo malas noticias una tras otra e intentando aparentar que todo estaba bajo control, algo estalló. La mayor de las tonterías fue el desencadenante. Una pequeña discusión, algo que se rompe y minutos después, ya en soledad el dique se derrumba, y todo aquello que habías estado aguantando tanto tiempo sale como una catarata irreprimible.
No me siento orgulloso, pero tampoco me avergüenzo. No soy uno de esos tipos que estoicamente pueden pasar sin mostrar sus emociones. El caso es que lloré. Por una estupidez, pero esos minutos de debilidad me sirvieron para volver a coger las riendas de la situación. Ahora toca ir levantando de nuevo ese muro que contiene las emociones y pretende ser refractario a las agresiones.
Quizá todo sea síntoma de inmadurez, y que de verdad los hombre no lloran. Que todavía queda algo de aquel niño que una vez fui y que lloraba cuando se lastimaba una rodilla o cuando su madre lo castigaba por ser travieso. No me molesta, espero que ese chiquillo se quede ahí todo el tiempo que quiera.
Es posible que los chicos no lloren, como nos dijo The Cure en el tema con el que hoy os quiero dejar. También es posible que esos chicos, cuando lloran, lo único que hacen es dejarnos ver el niño que aún llevan dentro.
I would say I’m sorry
If I thought that it would change your mind
But I know that this time
I’ve said too much
Been too unkind
I try to laugh about it
Cover it all up with lies
I try and
Laugh about it
Hiding the tears in my eyes
‘cause boys don’t cry
Boys don’t cry
I would break down at your feet
And beg forgiveness
Plead with you
But I know that
It’s too late
And now there’s nothing I can do
So I try to laugh about it
Cover it all up with lies
I try to
laugh about it
Hiding the tears in my eyes
‘cause boys don’t cry…